jueves 25 de abril de 2024

Según el Centro Interamericano de Administraciones Tributarias (CIAT), la pandemia, además de la calamidad que ha supuesto tanto para la salud pública como para sus efectos económico-sociales, podría ser una oportunidad para establecer un nuevo orden tributario más equitativo.

“Ex ante” de la pandemia, la tributación determinó una carga tributaria promedio de los gobiernos centrales (impuestos y recursos de la seguridad social) del 22,8% en los países de ALC mientras que en los países de la OCDE fue del 34,2% . Es decir, los países desarrollados tuvieron una presión adicional del PIB del 11,4%. Esto desmitifica los repetidos anuncios infundados de economistas y medios de comunicación sobre la alta carga fiscal en la zona que abrumaría a la economía, sostiene el CIAT.

Para el CIAT, los países deben revisar su modelo tributario y la gestión de sus administraciones tributarias. No hace falta decir que si no funcionó en un mejor contexto económico y social, no funcionará ahora donde las dificultades han aumentado.

Asimismo, sostiene el CIAT que con respecto al impuesto sobre la renta, primero es necesario eliminar el mayor número posible de exenciones y exclusiones que, si bien en un principio pudieron haber tenido algún fundamento, con el tiempo se han convertido en privilegios inadmisibles.

De la misma manera, el CIAT sostiene que los precios de transferencia deben revisarse, porque no han cumplido con los objetivos propuestos en décadas de su implementación. La complejidad de la aplicación y la dificultad de las administraciones tributarias para controlar los precios de transferencia, son la premisa fundamental para el cambio. La tributación de los activos comerciales sería un límite a las maniobras fraudulentas como resultado de una planificación fiscal agresiva y no perjudicaría a los contribuyentes cumplidores al compensarlos con el impuesto sobre la renta.

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